Cuando nos referimos a los acontecimientos históricos, muchas veces éstos suelen parecernos lejanos y distantes. El 9 de julio de 1816 los representantes de las Provincias Unidas de Sudamérica, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representaban, declaraban al mundo su determinación de ser una nación libre e independiente del dominio de los reyes de España y de toda otra dominación extranjera. Ese día en un clima de gran expectativa, los congresistas, más allá de algunos desacuerdos, afirmaron con unanimidad el deseo de ser una nación libre e independiente. Este consenso unánime respecto a la declaración de la independencia, y sobre la necesidad de contar con una ley que consagre la libertad de los pueblos, cómo el verdadero camino para el reconocimiento de la patria libre, son reflejo de los ideales que se sostendrían durante todo el proceso libertario, pero que continuaría con grandes luchas hasta la consagración de la primer Constitución Nacional en el 1853.
Han transcurrido más de 195 años desde que sucedieron estos hechos y es hasta hoy día, que escuchamos decir que somos una nación joven que intenta constituirse a sí misma. Lejos estamos de haber alcanzado la madurez necesaria para que todos los habitantes de nuestro país puedan vivir con dignidad y de alcanzar el modelo de nación que anhelamos.
Desde los albores de nuestra Patria, la lucha de intereses particulares de diferentes sectores ha sido causa de atraso y fragmentación. Una fuerte tendencia centralista, junto al sometimiento a potencias extranjeras en busca del rédito económico y la aspiración individualista al manejo del poder, constituyen elementos que ponen en juego el sentido de la libertad nacional.
A casi 200 años, la realidad cotidiana hace evidente la falta de cohesión a la lo largo de nuestro territorio, mostrándonos la necesidad de un pensamiento y un “ser nacional” verdaderos. Es así que el desafío de seguir construyendo una nación libre y unida, está latente aún hoy en nuestro país. Es por ello que creemos en la necesaria tarea de debatir conjuntamente sobre el destino de nuestro país, donde se pongan de manifiesto los ideales que condujeron el proceso libertario, y partir de los cuales se den garantías de los derechos colectivos e individuales.
Como jóvenes universitarios, y ante un nuevo aniversario de nuestra independencia, tenemos la responsabilidad de asumir los desafíos de nuestra historia y nuestro presente. Asumamos el compromiso de construir un proyecto de país inclusivo, solidario y democrático, desarrollando y aunando las coincidencias por un país mejor.
La Independencia, como la identidad, se construye en el día a día y conservarla, así como también honrarla, constituye todo un desafío.
MNR - REGIONAL LITORAL