domingo, 5 de mayo de 2013

1° de Mayo


DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES


A fines del siglo XIX, en los principales centros del capitalismo a nivel mundial, los movimientos de trabajadores impulsaban la búsqueda del reconocimiento de derechos y garantías que les otorgara a los trabajadores un marco de protección en el ámbito laboral. En este proceso de lucha, los sectores dominantes utilizaban estrategias de cooptación y represión que culminaban, en muchos casos, con violentos incidentes.

El 1º de mayo de 1886, en Estados Unidos, más de 20.000 trabajadores realizaron una huelga por una Jornada laboral de 8 horas, en la que fueron brutalmente reprimidos. Consecuentemente, hubo un considerable número de trabajadores arrestados y heridos. Se generaron juicios a los responsables de instigar el “desorden” social provocado, condenando a 8 de los 31 acusados; entre ellos 5 fueron penados a la horca.
En repudio, el movimiento obrero norteamericano dispuso el 1° de Mayo como una jornada de luto para perpetuar en la memoria los conocidos como “los mártires” de Chicago. En consonancia, la Segunda Internacional Socialista fijó esta fecha como el "día de los trabajadores", una jornada dirigida no sólo a la promoción de la memoria, sino también como momento de reivindicación de los derechos del mundo del trabajo.

En Argentina, desde el último tercio del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, los trabajadores comienzan a tomar relevancia en la escena política, marcando los límites del régimen y la emergencia de la cuestión social como problemática de la agenda pública. La jornada de ocho horas, los movimientos por la abolición del trabajo a destajo, los reclamos de aumentos salariales y un amplio conjunto de reivindicaciones laborales y sociales, comienzan a ser tomadas por los sindicatos y otros movimientos sociales. En este proceso, es clave el ingreso en 1904 del primer legislador socialista de América Latina Alfredo Palacios, siendo impulsor de numerosas leyes que significaron un adelanto en la materia (descanso dominical, ley de trabajo femenino, entre muchas otras).

Han pasado más de 100 años desde aquellos días y hoy más que nunca resulta necesario revalorizar el sentido histórico de la lucha de aquellos hombres y mujeres.
El proceso de desarrollo científico y tecnológico, intensificado durante los últimos treinta años, ha significado cambios drásticos en el mundo del trabajo a nivel mundial. Los aumentos de productividad generados han tenido como contracara la expulsión del mercado de trabajo de numerosos contingentes, así como una excesiva concentración de riqueza en pocas manos. Las sucesivas flexibilizaciones laborales (diversas modalidades de empleo temporario, contratos precarios, reducción de los aportes patronales y la seguridad social, modificación de normas sobre accidentes y enfermedades laborales, etc.) acabaron con el trabajo estable, asegurándole a los sectores concentrados de la economía vía libre para el manejo inhumano de las relaciones laborales.

Ante ello, se nos impone la necesidad de reflexionar y construir un sistema económico que se centre en lo humano contemplando a trabajadores y trabajadoras, que hoy sin duda sufren, y como trabajadorxs y estudiantes sufrimos, un alto nivel de exclusión.

El 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, debe motivarnos al encuentro entre trabajadores y estudiantes para avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria y solidaria; jerarquizando el valor del trabajo para poder lograr la elevación moral y la emancipación económica y social del pueblo, volviéndose así protagonista del destino de la humanidad.